El fallecido, cuya identidad se ha mantenido en el anonimato desde el principio, acusó al actor por un supuesto caso de agresión sexual que había tenido lugar en Malibú en 2016. El joven, que trabajaba de masajista, alegó que Spacey le había tocado los genitales hasta en dos ocasiones, había intentado besarle y que llegó a ofrecerle sexo oral. Tras esto, intentó abandonar la sala en la que se encontraban. Aunque lo consiguió, también afirmó que el que era su cliente intentó impedirlo.
Dos años más tarde, en septiembre de 2018, la víctima decidió presentar una denuncia formal por los hechos mencionados. Desde el primer momento este pidió al juez mantenerse en el anonimato, algo que recurrió la acusación pero que acabó siendo concedido. Tras esto, el pasado mes de mayo de 2019 la propia Fiscalía decidió seguir llevando el caso adelante y ambas partes acordaron el mes de agosto resolverlo en un futuro juicio.
El caso sufrió un importante revés cuando, el pasado mes de septiembre, se conocía la noticia del fallecimiento de la parte denunciante. Aunque cabía la posibilidad de que la familia del fallecido siguiese adelante con el caso, esta implicaba la posibilidad de tener que hacer pública la identidad de la víctima fallecida. Finalmente la Fiscalía ha cerrado el caso al considerar parte fundamental del caso las declaraciones de la víctima y así poder continuar la investigación.
Las otras acusaciones
El debacle de Kevin Spacey comezón cuando, en octubre de 2017, el actor Anthony Rapp contó públicamente que había sufrido una agresión sexual por parte del mediático intérprete en 1986 cuando tan solo tenía 14 años. A esta se le sumaron otras acusaciones a personas anónimas, como la de un joven de Massacgusetts que denunció un intento de violación por parte de Spacey. Los cargos por este presunto delito también le fueron retirados el pasado mes de julio de 2019.
A pesar de -por ahora- haber salido impune de los dos casos de agresión sexual, Kevin Spacey sufrió una condena inmediata viendo como su carrera caía en picado nada más salir a la luz las denuncias. El primero en tomar medidas fue Netflix que apartó al actor de 'House of Cards', serie de la que era protagonista. También fue sustituido por Christopher Plummer en la película de Ridley Scott, 'Todo el dinero del mundo', cuyo rodaje ya había terminado.