Con apenas 13 años comenzó a protagonizar, junto a sus otras 5 hermanas y hermano, su madre y su padre, un reality show. Durante su adolescencia hizo sus primeros trabajos como modelo viajando de Los Ángeles (ciudad en la que nació y todavía vive) hasta Nueva York (donde solía tener las sesiones de fotos). No fue hasta los 18 años que debutó sobre una pasarela profesional, la de Marc Jacobs, en plena Semana de la Moda de Nueva York. Le bastaron tres años de carrera para convertirse en la modelo mejor pagada del mundo, puesto que atesoraba Gisele Bündchen desde el año 2002. Pero, detrás de todo esta fachada de éxito profesional e incluso persona, se escondía una joven con un problemas de ansiedad inconfesables. Hasta ahora.
Kendall Jenner se ha propuesto acabar con el tabú de la salud mental en general y la ansiedad en particular de la mano de Vogue USA con la publicación de una serie de vídeos en los que la propia modelo charla con diferentes profesionales en psicología y psiquiatría sobre lo que ella y millones de personas en todo el mundo sufre con la finalidad de que sirvan de ayuda para otros muchos que todavía no saben qué es lo que les está pasando.
Algo que la propia hermana de Kim Kardashian sintió en sus propias carnes desde muy corta edad. Tal y como ella misma devela en el primero de los vídeos, apenas tenía 9 años cuando empezó a experimentar el malestar físico generado por la ansiedad: " Recuerdo que era muy pequeña cuando empecé a tener problemas para respirar y tener que contárselo a mi madre ". Por aquel entonces, a comienzos de los 2000, la ansiedad estaba todavía mucho más silenciada que ahora, motivo por el que fue sometida a una larga lista de pruebas médicas sin resultado alguno.
"Me sentía superada por todo"
Ahora, consciente de lo que le ocurría por aquel entonces, entiende cuál era ya el motivo ya que sigue siendo el mismo que tiene hoy en día: " Creo que estaba sobrecargada de trabajo y estar en la situación en la que me encuentro ahora es lo que de alguna manera lo dejó todo fuera de control ", asegura. Unos momentos en los que, ajena a lo que le ocurría, llegó incluso a creer que podía morir: " He tenido momentos en los que he llegado a sentir que necesitaba que me ingresaran de urgencia en el hospital porque pensaba que mi corazón estaba fallando. Momentos en los que no podía respirar. Sí, a veces creo que me estoy muriendo ", reconoce.
La supermodelo es consciente que, durante mucho tiempo, no ha tenido el valor de hablar públicamente sobre lo que le ocurría (a pesar de que si lo había verbalizado en algún momento en 'Keeping Up With The Kardashians') por ser quien es, creyendo no ser merecedora de ninguna queja por su forma de vida. "Nunca me sentaría aquí para decir que no soy afortunada. Sé que vivo una vida muy privilegiada. Que tengo mucha suerte. Pero al final del día, sigo siendo humana", reconoce ante la cámara.
Por ello, la ansiedad creada por un ritmo de vida desenfrenado a causa de su trabajo que cada semana le obliga a estar en una punta del mundo (los aviones son uno de los lugares en los que su ansiedad es más fuerte), fue disminuyendo paulatinamente durante el confinamiento obligatorio por la pandemia del coronavirus el pasado 2020. Al contrario de otras muchas personas para las que esto supuso un momento crítico, para ella fue su balón de oxígeno: "Siempre estaba rodeada de gente, me sentía superada por todo. Y de repente pude parar". Un respiro que cada vez se queda más atrás con la vuelta a la vida y, en su caso, a la ansiedad: "Si salgo a cenar o si veo a más amigos de los que estoy acostumbrada a ver en este último año de pandemia, vuelve a aparecer la ansiedad", confiesa.