Uno se puede esperar cualquier cosa de los miembros de la familia Kardashian-Jenner. La última en sorprender a sus seguidores ha sido Kendall Jenner, quien ha sacado a la luz uno de los secretos mejor guardados sobre su vida privada -y no, esto no tiene nada que ver con su vida amorosa-. Todo ocurrió durante su participación en el programa 'Sibling Rivalry' en el que ella y su hermana Kourtney Kardashian charlaron con Kate Hudson y Oliver Hudson.
En una batería de preguntas sobre 'quién sería...' entre todos los miembros de la familia, la pareja de hermanos quisieron saber quién, en un hipotético caso, sería el fumador de todos ellos. Rápidamente la primogénita de los hermanos respondió: " Kendall ", sin pensárselo dos veces. Y su hermana, lejos de quedarse a cuadros respondió con total sinceridad: " Soy una fumeta ", y añadió: " Nadie lo sabe, así que es la primera vez que lo digo ".
"Soy una fumeta"
Así es Kris Jenner, tu hijita del alma acaba de confesar públicamente que es consumidora asidua de marihuana. Pero tranquilos todos, la modelo no está cometiendo ninguna ilegalidad ya que el cannavis es legal en el estado de California en que el vive la familia más famosa de la pequeña pantalla en los Estados Unidos.
Aunque sin restarle importancia a la confesión de Kendall Jenner, esta no es la primera de las hermanas que confiesa abiertamente su consumo de alguna sustancia. La propia Kim Kardashian lo hizo en 'Keeping Up With The Kardashians' durante -precisamente- una conversación con la modelo y su excuñado Scott Disick. La empresaria asegura haberse casado con el productor musical Damon Thomas en el año 2000 bajo los efectos del éxtasis.
Una droga que seguiría consumiendo durante un tiempo y siendo una de las causantes del momento que catapultó a la fama a la propia Kim K y a toda su familia: el vídeo sexual que grabó en 2003 con su por aquel entonces novio, el cantante Ray J. "Todo el mundo sabe que estaba drogada de éxtasis", reconoció durante la charla: " Mi mandíbula temblaba todo el tiempo ". Aunque esto ya forma parte del pasado y ahora la esposa de Kanye West es todo un ejemplo a seguir asegurando no beber casi nunca, solo en ocasiones especiales y tampoco en grandes cantidades.