Kelly Osbourne ha escrito sus memorias personales donde ha narrado cómo se enteró que padecía la enfermedad de Lyme contagiada por culpa de una garrapata.
Es hija de uno de los referentes del metal, fue conocida por su participación en el reality familiar 'The Osbournes', acapara titulares de todos los medios internacionales por su vida tan polémica, participante del programa 'Dancing with the Stars', jueza de 'Australia's Got Talent' y presentadora de televisión. Aunque la vida de Kelly Osbourne parezca perfecta, no es oro todo lo que reluce en su biografía. La polifacética británica ha decidido aumentar su curriculum y añadir el apartado de escritora. La hija de Ozzy y Sharon Osbourne lanzará el próximo 25 de abril un libro donde contará los momentos más impactantes que le han sucedido a los largo de sus 32 años. El viernes 31 de marzo, la joven publicaba un vídeo en su cuenta de Instagram donde todos sus seguidores podían ver lo contenta y feliz que se ponía al recibir un paquete con su libro en el interior.
Otras de las personas que han tenido la suerte de leer estas memorias han sido los reporteros de la revista Us Weekly. Según han informado los trabajadores del medio de comunicación, 'There is no Fucking Secret' será una obra que causará una gran revolución entre los seguidores de esta familia rockera. En este ejemplar, la hija del cantante se abre en cuerpo y alma y desvela aspectos de su vida hasta ahora desconocidos por todos sus fans.
10 años de quebradero de cabeza
Uno de los fragmentos que más ha llamado la atención ha sido el capítulo en el que Kelly Osbourne detalla cómo sufrió una enfermedad hace una década que casi le arrebata la vida. Todo se remonta al año 2004 cuando su madre llenó el patio trasero de su casa de Inglaterra de renos. Esta extraña situación se produjo para dar una sorpresa a Ozzy por motivo de su 56 cumpleaños. En ese momento, una garrapata mordió a la hija y le trasmitió la enfermedad de Lyme.
Esta dolencia produce diversos dolores corporales pasando desde el dolor de garganta hasta el de estómago. Lo preocupante no fue que se contagiase de la enfermedad de Lyme sino que no se la detectaron hasta que pasaron diez años. En marzo de 2013 en uno de sus rodajes, Kelly Osbourne sufrió varias convulsiones, fue trasladada al hospital y los médicos le diagnosticaron epilepsia. "Los medicamentos que me dieron no me dejaban dormir así que aumentaron la dosis. Esto me provocó náuseas, reflujo ácido y otros trastornos. Empecé a angustiarme y a sufrir ansiedad". Al ver que la situación de su hija empeoraba, Sharon Osbourne decidió contactar con un médico que practicaba medicina alternativa. "Por primera vez alguien me escuchó y me hizo caso. Me hicieron distintas pruebas y descubrieron que tenía el estadio III de la enfermedad de Lyme. Es un trastorno neurológico" declaraba la británica. Además, también confirma que nada más enterarse de la enfermedad que realmente padecía se sintió realmente aliviada. Por suerte, la celebritie voló a Alemania donde recibió un tratamiento con células madre que hicieron que su sistema inmunológico se fortaleciese.