La vida de Katy Perry está pasando por un momento maravilloso, tanto personal como profesionalmente. La artista está embarazada del que será su primer hijo y que tendrá junto al actor Orlando Bloom. Además, la pareja se vio obligada a postponer su boda por la problemática del coronavirus pero están prometidos y celebrarán esa ansiada boda en cuanto puedan.
Sin embargo, la vida de la cantante ha estado llena de altibajos y, como casi todos los artistas, ha tenido muchas luces pero también demasiadas sombras. Katy Perry ha concedido una entrevista a la radio SiriusXM y no ha dudado en hacer una confesión que hasta el momento se desconocía: llegó a plantearse el suicidio cuando rompió con Orlando Bloom en el año 2017.
Fue en ese momento donde también tocó fondo por el poco éxito de su trabajo musical, ya que su disco 'Witness' vendió diez veces menos copias que su álbum debut 'Prism'. "Había roto con mi novio, que ahora es el futuro padre de mi bebé. Y estaba emocionada por volar alto en mi siguiente álbum. Pero no volé alto, me estrellé ", cuenta Katy Perry siendo muy sincera sobre lo que vivió.
Solucionó sus problemas
Katy Perry continuaba diciendo: " Mi carrera subía y subía, luego llegó el cambio, que no fue tan grande visto desde fuera, pero para mí fue un terremoto. Lo había dado todo y aquello literalmente me partió por la mitad", cuenta sobre su fracaso en el año 2017. La fe fue su mayor aliada en esos momentos tan complicados en los que llegó a pensar en quitarse del medio como una solución.
"Mi esperanza es que algo más grande que yo me creó con un propósito y me creó por una razón y que no soy desechable. La gratitud es probablemente lo que me salvó la vida, porque sino me habría revolcado en mi propia tristeza y probablemente habría saltado", cuenta de forma muy sorprendente. Además, la artista ha pasado mucho tiempo luchando contra problemas mentales, por lo que ahora se encuentra en un momento fantástico y pronto se convertirá en madre junto a Orlando Bloom.