Kate Moss es una asidua de las mejores fiestas, y también de las más largas. Así lo ha ido demostrado a lo largo de su carrera, en la que no se ha perdido ni una celebración, ya sea sola cuando era soltera, o acompañada ahora que está casada con Jamie Hince.
La modelo se suele tomar un descanso entre salida y salida, para que el momento relax le cunda bastante, a juzgar por su continua presencia en los eventos más sonados. Y si hablamos de descansos, seguramente Kate Moss se tomó uno de varios días después de la celebración de su tan sonado cumpleaños.
Recientemente, en la celebración de su llegada a la cuarentena, la que es imagen de la nueva temporada de la firma de Alexander McQueen, demostraba que puede llegar a esa edad y saber cómo ir de fiesta, según sus propias palabras, o quizás no tanto...
Varias fueron las ocasiones en las que se ha podido ver a Kate Moss con un aspecto bastante perjudicado por el consumo de alcohol, que no faltó en la celebración de su cumpleaños, una fiesta que duró cuatro días.
Fiesta en pareja
Tras pasar unas vacaciones en el Caribe, la ahora también editora de Vogue volvía a Londres para reunirse con sus amigos y celebrar así que salía de la treintena. Acompañada por su grupo de amigos más habituales, entre los que se encontraban Naomi Campbell, John Galliano o Mario Testino, la modelo recibía caros y numerosos regalos, como un Porsche, obsequio del dueño de las tiendas TopShop.
Durante el regreso a casa de uno de los restaurantes en los que comieron, Kate se tambaleaba debido al consumo de alcohol, algo que no faltó en la fiesta, si tenemos en cuenta que solo en un día de los cuatro que duraba el cumpleaños, la modelo se gastaba 97.000 euros en bebidas alcohólicas.
Después de un largo descanso, Kate Moss, con bastante mejor aspecto, acudía a otra fiesta acompañada de su marido, el cantante Jamie Hince. La pareja acudía sonriente al evento, ambos de negro y abrigados por el frío que estaba cayendo en Londres. A la salida, Kate se despedía de la fiesta con un gesto bastante más serio, poniendo un punto y final a la noche, preparándose así para la próxima fiesta a la que sea invitada.