Fue el pasado 18 de octubre de 2018 cuando en una ceremonia secreta e íntima en un bosque a las afueras de Nueva York, Karlie Kloss y su por aquel entonces novio Joshua Krushner se dieron el 'sí, quiero'. En su momento, el representante de la que fue ángel de Victoria's Secret ya anunció que la pareja estaba organizando una segunda ceremonia para celebrar su matrimonio con todo aquellos amigos que no habían asistido a la primera. Y esa fiesta tuvo lugar 8 meses más tarde y en el primer fin de semana del verano de 2019.
Concretamente en Wyoming. "El mejor fin de semana", escribía la modelo en un stories de Instagram sobre una fotografía de un espectáculo de fuegos artificiales. Pero fue su mejor amigo, Dereck Blasberg, el que acabó revelando el motivo de ese fin de semana tan especial: " Que su matrimonio sea tan intenso y duradero como mi resaca de este fin de semana ", escribía junto a un carrusel de fotografías de la ceremonia. Por un lado un tierno posado de la pareja, otra del momento en el que los ya marido y mujer protagonizaba un baile sobre unas sillas al estilo ceremonia judía; y otra de una pequeña botella que parecía un recordatoria del segundo gran día.
Entre los invitados también destacaron otras celebridades como Katy Perry y Orlando Bloom, que también se han comprometido aún que nada se saber de cuándo pasaran por el altar. A juzgar por las imágenes, la temática del fin de semana fue el estilo country y los invitados tuvieron la oportunidad hasta de dar paseo en caballo. "La boda de mis mejores amigos inspirada en 'Brokeback Mountain' inspirada en 'Fireworks'", escribía Blasberg en sus stories en una fotografía junto a la modelo, la cantante y el actor.
Una segunda boda judía
Para esta ocasión, Karlie Kloss se vistió también de blanco y de largo aunque mucho más sencilla que en la anterior ocasión, que apostó por un vestido digno de una Princesa y firmado por Dior. Esta vez escogió un estilo más boho de mangas abullonadas, hombros al descubierto y detalles en puntilla. Este segundo enlace, esos sí, también se trató de una ceremonia judia ya que la modelo, tal y como se dijo entonces, se había convertido al judaísmo meses antes de su boda para pertenecer a la misma religión que su futuro marido. Algo que, por otro lado, trajo muchos problemas a los ahora marido y mujer al no aceptar la familia del empresario que uno de sus miembros estuviese saliendo con una mujer que no era judía.