Parece que el sueño americano de Kanye West para presentar a la presidencia de Estados Unidos ya se ha acabado. Ha sido el medio New York Magazine el que ha revelado ya no presentará su candidatura después de que lo hiciese saber un miembro de su equipo llamado Steve Kramer. Este profesional había sido contratado por Kanye West para que le ayudará a conseguir votos tanto en Florida como en Carolina del Sur, pero ahora se ha quedado sin trabajo porque el marido de Kim Kardashian ha abandonado.
"Os contaré todo lo que sé una vez sea oficial, porque ahora mismo tenemos ahí fuera a 180 personas trabajando. Pero de momento no tengo nada bueno ni nada malo que decir sobre Kanye", ha dicho Kramer al respecto. Eso sí, pese a haber perdido su puesto, en cierto modo le defiende: "Todo el mundo tiene sus propias razones para tomar una decisión así. Contemplar la candidatura a la presidencia debe ser una de las cosas más difíciles para alguien. Cualquier candidato que se postule al cargo por primera vez sufre estos mismos problemas".
Seguro que las personas que más han alegrado esta decisión han sido sus familiares, porque al parecer el entorno de Kim Kardashian está bastante preocupado por la salud mental del rapero según pudo saber la revista People. " Kanye lleva mucho tiempo bien, pero en el pasado ha sufrido episodios de depresión y de trastorno bipolar. Y ahora están volviendo. Por esto todo esto es muy estresante para Kim Kardashian, porque sabe que el comportamiento de Kanye es impredecible", ha hecho saber alguien de su entorno.
Por otro lado, la persona que más estaba sufriendo con esta candidatura es su mujer, kim Kardashian, puesto que a pesar de que dichos brotes le duren tan solo unas semanas, durante cierto tiempo lo pasa mal por su marido.
¿Qué le ha llevado a tomar esta decisión?
De momento no se conoce el motivo real por el que ha decidido retirar su candidatura, aunque las encuestas también le dejaban en un mal lugar porque solo le daban un 2% de intención de voto, aunque arrebatándoselo a su amigo Donald Trump. Y es que dos semanas han sido suficientes para que se dé cuenta de lo complicado que es enfrentarse a algo cómo asumir la presidencia de Estados Unidos. Sea como fuere, se acabó un sueño para él, y es que fue en 2015 cuando dijo por primera vez la intención que tenía de presentarse.