Los tacones de vértigo que calzaba la celebrity estuvieron a punto de hacerle una mala jugada, suerte que paseaba junto a su pareja.
El rapero Kanye West ha demostrado ser todo un caballero con Kim Kardashian. Durante su estancia en Nueva York no ha parado de prestarle atención a Kim Kardashian, que está a punto de dar a luz. West no ha soltado su mano ni un segundo, ha vigilado que no tropezase con sus tacones y le ha abierto la puerta del coche cuando ha sido necesario. Todo un 'gentleman'.
La feliz pareja no puede estar mejor. No han dudado en pasear su amor por Nueva York y están a punto de dar a luz a su primer hijo. El sexo de la criatura aún no se ha desvelado y no lo hará hasta que nazca. La propia Kim es muy cuidadosa a la hora de comprar ropa para su futuro bebé: "compramos ropa negra o blanca para que nadie sepa si es niño o niña".
Un embarazo difícil
El embarazo de Kim Kardashian parece haberse estabilizado. Kim afirma que ya ha pasado lo peor y que "una vez sientes al bebé patalear dentro de ti, todo cambia y se soluciona. Ahora me encanta, han sido muchos cambios pero me encanta". La celebrity lo ha llevado realmente mal, tanto que intentó convencer a su hermana Khloe Kardashian para que nunca tuviese hijos de forma natural y se decantara por la adopción o el vientre de alquiler.