Según informa TMZ, mientras el rapero Kanye West jugaba un partido de baloncesto el pasado miércoles -horas antes de su último concierto en Australia-, sufrió los síntomas de un posible ataque de epilepsia. Nada más percatarse, acompañado en cada minuto por su mujer Kim Kardashian, acudió al hospital Epworth, en Richmond (Australia).
Otra fuente ha detallado la situación que se vivió en el interior del hospital ya que un presente, describió a West tapando su cara con una toalla o algo parecido, que un equipo de seguridad le escoltaba y que nada más entrar por la puerta trasera del centro, los demás pacientes y familiares fueron desalojados cuando estaban esperando para ser atendidos anterioridad.
"A mi hija le estaban practicando una resonancia magnética. Poco después de haber empezado, el personal de seguridad irrumpió en la sala de espera para despejar la zona. Nosotras dos fuimos las únicas que nos quedamos allí".
Sin causas conocidas
Poco tiempo después se le practicó una resonancia magnética y se descartó que hubiese sufrido el ataque pero sí los síntomas. Aún desconociendo las causas, el popular rapero declaró que iba a cumplir con lo comprometido y que llevaría a cabo el concierto programado.
Según declaró el propio West, asistió al hospital a modo preventivo: "No sufrí ninguna convulsión, simplemente tenía una migraña y fuí al hospital como precaución". Kanye West abandonó el hospital a las 16:30 de la tarde.