Minutos antes de su enfado, como muestra TMZ, West se había golpeado la cabeza con una señal de metal, mientras intentaba ocultar su rostro de las diversas cámaras que le acechaban para hacerle fotografías. Tras este incidente, encendieron chispas, y el cantante le echó la culpa del golpe a los medios. Después de esto, West dio media vuelta y volvió a entrar al restaurante.
Enfurecidos con los medios
West no es la única estrella que se enfada con la presión mediática que les generan los medios de comunicación. El joven Justin Bieber por ejemplo, hace poco que se encaró con uno de los fotógrafos que se agolpaban en las puertas del hotel durante un concierto. Y Gerard Piqué, no ha llegado a tanto, pero ha mostrado a través de Twitter su enfado con comentarios como "Si es que los paparazzis son una ternura... #ironíaON".