Los agentes pararon al jugador de fútbol y decidieron ponerle una denuncia, y es que podría ser penado con una multa de hasta 288.000 euros al haber cometido un delito, e incluso podrá hacer servicios a la comunidad de 31 a 90 días, y se ha llegado a hablar de prisión de hasta seis meses.
Este hecho ha conseguido que el futbolista haya decidido ir a los entrenamientos en bicicleta eléctrica ya que no puede hacer uso de sus vehículos. El juez ha solicitado a la DGT que aclare si comunicó personalmente al futbolista su pérdida de puntos, algo que de momento no ha sido aclarado.
Sumando una más
Parece que esta no es la primera vez que Gerard Piqué se ve envuelto por una polémica parecida, puesto que en marzo de 2015 tuvo que pagar 10.500 euros de multa por increpar y dirigirse de forma indebida a dos agentes.