El cantante ha disfrutado de un paseo por Manhattan mientras lucía una larga melena rubia dorada y un torso fibrado lleno de tatuajes. Con unos pantalones de chándal rojos y unos calzoncillos de Clavin Klein asomando sobre la goma, parece que Bieber se ha dejado en casa algo más que la parte de arriba de su outfit: la elegancia. Solo a él se le podía ocurrir caminar por la llamada capital del mundo sin camiseta y pasar olímpicamente del protocolo y el civismo.
Al parecer, al cantante no le importa ser un personaje público y apenas cuida su imagen a sabiendas de que puede ser fotografiado en cualquier momento. Bieber se deja caer por las calles neoyorquinas como Pedro por su casa y en más de una ocasión se le ha podido ver derrochando pasión y lujuria con su prometida, Hailey Baldwin, olvidando de nuevo que ciertos comportamientos deben reservarse para la intimidad del hogar.
Orgulloso de su cuerpo
Lo cierto es que no es la primera vez que se puede ver el cuerpo desnudo del cantante canadiense, y es que Bieber acostumbra a presumir de tipito cada vez que tiene ocasión, ya sea en público o a través de sus redes sociales. Dejando a un lado la considerable falta de respeto, hay que reconocer que el artista está en plena forma y que con ese torso a cualquiera le costaría un gran esfuerzo no ir enseñándolo por ahí.