Justin Bieber parece estar cansado del control mediático al que le somete los medios de comunicación y ha publicado en Twitter que se va a centrar en lo positivo y que no piensa hacer caso a los rumores que surgen cada día sobre sus actividades sociales. " Rumores, rumores y más rumores. Nada más y nada menos. Podrían hablar de ellos un día. Ahora solo voy a ser positivo, no me voy a caer ".
Y es que según Bieber las cosas se están exagerando mucho y no piensa rendirse. Además ha llegado a asegurar que no piensa contestar a nadie ya que el solamente sirve a Dios y es a él a quien tiene que dar explicaciones.
Parece ser que al cantante no le importa que le critiquen por llevar una máscara de gas por las calles, y es más ha vuelto a ponérsela para acudir a cenar a un restaurante exclusivo de Londres. Las excentricidades del cantante son cada vez mayores.
Justin pierde la cabeza completamente
Esta misma semana cientos de adolescentes llegaron a odiar al cantante por llegar dos horas tarde a su concierto, lo que provocó que varios padres que acompañaron a sus hijos y tuvieran que marcharse porque el artista tardaba demasiado, asegurando que era un irresponsable.
Mientras tanto, el joven de 19 años ha afirmado que su tardanza se debio a problemas técnicos, pero nada más allá de la realidad, puesto que se especula que Justin se enfadó con todo el cuerpo técnico porque pasó una mala noche y se encerró en su camerino a jugar a juegos con el ordenador.
Y es que el joven no está atravesando por la mejor semana, más bien podríamos llamarla 'semana negra' ya que lo último que le ha ocurrido al cantante ha sido que ha tenido que ser ingresado en el hospital por sufrir un vahído durante su concierto en el O2 de la capital británica. Finalmente todo ha quedado en un susto.