La complicada vida sentimental de François Hollande lleva siendo objeto de comentario desde hace más tiempo del que le gustaría. El expresidente compartió su vida durante décadas con Ségolène Royal, la madre de sus hijos. Su amor se apagó, pero han seguido llevándose bien. El mandatario volvió a enamorase de la periodista Valérie Trierweiler, que ejerció de Primera Dama hasta que en 2014 se destapó la relación entre Hollande y la actriz Julie Gayet y su amor saltó por los aires.
Desde entonces, Francia se ha quedado sin Primera Dama de forma oficial. Este cargo no tiene una función como tal, y por tanto es prescindible, pero hay ocasiones en las que protocolariamente sí se necesita una acompañante para el presidente de la República. Esto ha quedado de manifiesto con motivo del Viaje de Estado de los Reyes de España a Francia, donde la Reina Letizia tuvo como acompañante a una persona inesperada: Ségolène Royal.
Aunque llamó mucho la atención que fuera precisamente la exmujer de Hollande la que ejerciera de Primera Dama, la explicación es que al ostentar la cartera de Ecología, Desarrollo y Energía, Royal es la ministra con mayor rango de todo el Ejecutivo galo, por lo que debía ser ella la que ejerciera por unas horas de Primera Dama.
Muy divertida con un señor en el tenis
Se desconoce cómo sentó este gesto a Julie Gayet, la novia de Hollande, quien parece que nunca ha querido ejercer de Primera Dama o que no ha presionado al presidente más para que haga oficial su noviazgo. Sea como fuera, Gayet se quedó fuera de toda representación y no pudo conocer a los Reyes Felipe y Letizia.
Para compensarlo, la actriz acudió a ver un partido de Roland Garros, donde estuvo a todo salvo menos al tenis. Gayet no paró de bromear con sus acompañantes, de reírse y de juguetear con el caballero que tenía al lado, Jean Couvercelle, director de Tennis Magazine, que tampoco se pudo quejar de la tarde 'deportiva' de la que despertó.