El exalcalde de Marbella, Julián Muñoz, ha salido de la cárcel de Alhaurín de la Torre con la concesión de un permiso de fin de semana, tras lo cual ha pedido disculpas y ha dado las gracias a los medios.
Sobre las cuatro de la tarde, el exalcalde de Málaga, Julián Muñoz ha abandonado por primera vez la prisión de Alhaurín de la Torre con un permiso de fin de semana. Aunque el tercer grado le fue concedido el 11 de marzo, un par de semanas después la Fiscalía suspendió la salida. Finalmente, el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria número 3 de Málaga ha instado a la cárcel de Alhaurín a aplicar a Julián Muñoz "la modalidad de tercer grado que se estime oportuna de aplicación", con los beneficios que ello pueda reportar, teniendo en cuenta sus circunstancias personales y particulares.En concreto, ordenaba que "de manera expresa e inmediata" se procediera a la tramitación de los permisos ordinarios que le correspondan con arreglo a esa grado de tratamiento. Lo ha hecho en sendos autos dictados ayer en respuesta a quejas planteadas por la defensa del exalcalde de Marbella.
La Sección Tercera de la Audiencia de Málaga confirmó la concesión del tercer grado a Muñoz por enfermedad grave con padecimientos incurables, tras lo que la prisión en la que se encuentra ingresado Muñoz elevó al juzgado una propuesta de libertad condicional, que también se sigue tramitando en dicho órgano judicial.
Una salida rodeada de emociones
A su salida, le esperaban sus dos hijas, con quienes se fundió en un abrazo. Después, pudo hacer unas declaraciones a los periodistas que allí se encontraban: "Aspiro a curarme, ahora solo quiero vivir", señaló. Muñoz aseguró que el tiempo que ha permanecido en la cárcel "ha sido muy duro", y volvió a pedir perdón a los ciudadanos de Marbella por sus actos.Así es cómo Julián Muñoz ha abandonado, aunque este lunes, a las 08.00 horas tendrá que volver a la cárcel de Alhaurín de la Torre. Este acuerdo no supone la supresión del cumplimiento de la condena ni ningún tipo de indulto, ya que Julián Muñoz seguirá cumpliendo las penas impuestas en una cárcel adecuada a las características del interno, una vez que pase al tercer grado.