Desde que apareció la primera víctima del productor ejecutivo Harvey Weinstein no han dejado de llover nuevas denuncias contra él. Una de las más sonadas fue la de la actriz Ashely Judd, quien en abril de 2018 denunció al productor por acosos sexual, difamación y perjuicio económico.
Ahora, el juez que está llevando el caso ha desestimado la parte de la denuncia que habla de acosos sexual, que ya había rechazado por primera vez en septiembre de 2018. Según el magistrado, la denuncia no tiene sustento porque en el momento que ocurrió el encuentro entre el productor y Judd, la actriz no tenía una relación profesional con Harvey Weinstein. No obstante, el resto de denuncias continúan vigentes.
Según cuenta Ashley Judd, Weinstein intentó sobrepasarse con ella mientras se encontraban reunidos en un hotel de Beverly Hills, California, para tratar temas profesionales entre finales del año 1996 y principios del 1997. El productor recibió a Judd vestido con tan solo una bata, y le pidió que le diese un masaje y viese como se duchaba, dos proposiciones a las que la actriz se negó en rotundo.
Consecuencias de no ceder a sus exigencias
Tras la negativa de Ashley Judd, Weinstein empezó en Hollywood una campaña de difamación contra la actriz, para impedir que pudiese tener acceso a películas de gran importancia mediática, como la trilogía 'El señor de los anillos'. "Perdí oportunidades profesionales. Perdí dinero. Perdí estatus y prestigio y poder sobre mi carrera como resultado directo de haber sido acosada sexualmente y de haber rechazado ese acoso sexual", explicó la actriz a la cadena ABC.