Finalmente las diligencias abiertas contra Esperanza Aguirre en relación al incidente de tráfico y posterior fuga en la Gran Vía han sido archivadas. El juez titular del Juzgado de Instrucción número 14 de Madrid ha determinado que archiva provisionalmente la causa por una supuesta 'desobediencia' a los agentes de movilidad implicados.
Una de las polémicas más sonadas de esta investigación ha sido la poca notoriedad e investigación sobre el incidente en cuestión, 'no corroborando' la versión de los agentes de movilidad. Según la resolución la investigación ha determinado que no ha sido "suficientemente acreditada la desobediencia y las lesiones por imprudencia", de ahí que todo quede en 'desobediencia leve'.
Aunque esto haya quitado peso a la causa abierta contra aquellos hechos, esta decisión judicial se puede recurrir a la Audiencia. Sin embargo, tendrá consecuencias directas, ya que la presión baja sobre la que fue presidenta de la Comunidad de Madrid, lo que ocasiona un contexto más propicio para su candidatura a la Alcaldía de Madrid en las elecciones del próximo 24 de mayo.
Sin corroborar
La versión de los hechos cambian radicalmente según la versión. Según los agentes implicados, a la hora de pedir la documentación pertinente tras encontrar el coche mal aparcado, Aguirre preguntó si se podía marchar, y ante la negativa de la policía declaró que " si tiene algún problema con el procedimiento llame a su amiga Ana Botella".
"Si necesitan algo más saben dónde vivo y tienen la matrícula", así se despidió y prosiguió su camino hacia su residencia en el barrio de Malasaña, un camino en el que según Aguirre no se percató del seguimiento de la policía.