Juan Muñoz, marido de Ana Rosa Quintana, ha sido puesto en libertad sin medidas cautelares, es decir, sin fianza, después de que haya declarado en la Audiencia Nacional. Mientras tanto, su hermano Fernando y sus dos abogados no han tenido tanta suerte como él, quienes tendrán que comparecer mensualmente ante el juez.
El marido de la periodista ha estado declarando menos de una hora y ha quedado en libertad. Fue el pasado 31 de julio cuando fue detenido porque la Fiscalía Anticorrupción le atribuye delitos de encubrimiento, revelación de secretos y extorsión. Por otro lado, el empresario sevillano, su hermano Fernando y sus dos abogados habrían tratado de cobrar una deuda a través del chantaje, haciendo un encargo al comisario jubilado José Manuel Villarejo.
Juan Muñoz aseguró a su salida que estaba muy contento y su rostro no paró de demostrarlo porque llevaba una sonrisa de oreja a oreja. Por otro lado, no tendrá que ir mensualmente a los juzgados a firmar. Además, a su salida ha asegurado que en todo momento ha querido colaborar con la justicia y parece que ha salido beneficiado, eso sí, dos días bajo custodia policial le parece una medida exagerada.
Un caso que traerá cola
Este hecho ha conseguido que siga imputado por varios delitos y todo porque en su encuentro con el comisario José Manuel Villarejo, que fue grabado, hablaron de un vídeo para desprestigiar al exjuez Francisco Javier de Urquía, que ahora trabaja como abogado de otro empresario que debe dinero a Juan Muñoz y a su hermano. Por otro lado, la cosa no se queda ahí, puesto que José Manuel Villarejo habría ofrecido un vídeo con connotaciones sexuales grabando a un juez inhabilitado de Marbella, que había sido condenado por cohecho.