Desde que en agosto de 2021 Juan Betancourt y Paula Badosa confirmaran su relación, las muestras de cariño de las que hacen partícipes a sus seguidores en redes sociales no han hecho más que ir en aumento. La feliz pareja ya no se oculta y por eso no dudan en mostrar su complicidad públicamente.
Lo cierto es que los dos están viviendo un capítulo muy emocionante en su vida sentimental, aunque también en la profesional. La tenista se clasificaba para las semifinales de Indian Wells tras derrotar a su compañera alemana, Angelique Kerber, dando una muestra más de que pasa por un buen momento en todos los aspectos de su vida. Badosa es la primera española que consigue clasificarse para los cuartos de final del Indian Wells desde que Conchita Martínez lo hiciera en 2003. Con esta victoria, la tenista se acerca, aún más, al sueño de hacerse con el triunfo total en esta competición.
La jugadora se convirtió en Trending Topic en Twitter por la multitud de felicitaciones que recibió tras posicionarse en las semifinales del torneo. Entre todos estos mensajes de cariño y felicitación, la número 27 del mundo recibió la felicitación de su novio, el modelo Juan Betancourt, que no ha podido ocultar la gran admiración y orgullo que siente por el talento de su pareja.
Orgullo y admiración
La felicitación del modelo llegaba a Paula Badosa a través de las historias de Instagram, en las que Juan publicaba una foto de la tenista con el siguiente mensaje: "Esta chica está hecha de otra pasta. ¡ENHORABUENA!". Las sinceras palabras de felicitación de Betancourt dejaban claro que está muy orgulloso de ser pareja de la tenista.
El modelo vivió a pie de pista el partido y apoyó a la jugadora con total entrega, se convirtió en un aficionado más y disfrutó de cada punto de su chica. Es cierto que en algunos momentos la tensión y los nervios se apoderaron de Juan, que no pudo evitar llevarse las manos a la cabeza, pero también la emoción y el orgullo de ver más cercana la victoria para Paula en el disputado partido hicieron que Juan se pusiera de pie para aplaudir cada vez que su novia hacía un punto.