La noticia de que Jota Peleteiro se había convertido al Islam cogió a todo el mundo por sorpresa. El conocido futbolista ha tomado esta decisión después de mucho meditar y apoyado en todo momento por su íntimo amigo, Faisal Buresli. No cabe la menor duda de que esta decisión supone una gran cantidad de cambios en su vida que, con toda probabilidad, ya habrá sopesado pero no por ello son menos relevantes.
Sus primeras palabras fueron claras al respecto: "Me siento muy feliz y poderoso", además de añadir que estuvo en la casa de su amigo Faisal y que quiere toda esa unión para su familia y sus próximas generaciones. Se desconoce de la manera en que se ha tratado esta situación en su familia, pues tiene dos hijos en común con Jessica Bueno y esto podría traer algún tipo de conflicto.
Sin embargo, Jota Peleteiro tiene aún por delante alguna que otra problemática fruto de lo diferente que es esta religión en la que se ha metido de lleno. El futbolista tiene el cuerpo repleto de tatuajes, desde el rostro de sus dos hijos con Jessica Bueno y el de su relación anterior con Kiko Rivera, así como un gorila enorme con el que tapó el rostro de su expareja e, incluso, una cruz cristiana en la mano.
Polémica servida y nuevo reto
En la religión islámica, los tatuajes están totalmente prohibidos, motivo por el que a Jota Peleteiro le han llovido las críticas. Es verdad que hay comentarios de personas que le defienden, que aseguran que igual no sabe que están prohibidos o que incluso se los quitará de la manera que haga falta cuando se entere de esta prohibición. Más si cabe el hecho de que lleve una cruz cristiana cuando se acaba de convertir al Islam.
Además, por si todo esto fuera poco, Jota Peleteiro tiene por delante un primer gran reto como persona que se ha convertido al Islam, pues llega el mes del Ramadán. A partir de este 10 de marzo y hasta la puesta de sol del próximo 10 de abril, el futbolista deberá ayunar, teniendo prohibido comer, beber y tener relaciones sexuales desde el amanecer hasta la puesta del sol. Tampoco podrá fumar, ni masticar chicle ni consumir cualquier sustancia que entre en el cuerpo. Sin duda, esta es una gran prueba para él.