Muy bien acompañado
Para José Ortega Cano era un día muy especial, pero también para su familia, que no quería perderse la vuelta a los ruedos del torero. Entre el público se encontraba parte de su familia, aunque el que ha acaparado toda la atención ha sido su hijo, José María, fruto de su matrimonio con Ana María Aldón. Los nervios se podían palpar entre el público, pero sobre todo en José María, que vivía la faena por primera vez. Y es que, cuando su padre se retiró de los ruedos, él tenía apenas tres años, por lo que no pudo ver a José Ortega Cano toreando.
Ahora, José María ha visto a su padre y lo ha vivido con muchos nervios, aunque muy feliz. Desde las gradas, el hijo de José Ortega Cano vivía cada minuto mordiéndose las uñas, hasta que llegó el final y pudo bajar al ruedo a abrazar a su padre. Un emotivo abrazo que se dieron entre elogios y aplausos de los presentes y que demuestra la importancia que tiene para el torero contar con su hijo en este momento.
De hecho, José Ortega Cano está tan orgulloso de su familia que quiso dedicarles la faena a ellos. El torero recogió una placa en reconocimiento a sus 50 años en el toreo, algo que recibió con mucha emoción. Tras un comienzo de la gira taurina y un regreso a los ruedos después de siete años, José Ortega Cano seguirá conmemorando los años que lleva dedicándose al mundo del toro y aspirando a salir de las plazas de nuevo a hombros.