Era a primera hora de la mañana del día 15 de junio cuando José Ortega Cano ingresaba en el hospital Montepríncipe de Madrid para someterse a un cateterismo con el que determinar qué era lo que había que hacer para solventar el daño. La preocupación en ambos era visible, así como en los hermanos del diestro, que no dudaron en desplazarse hasta el hospital para estar a su lado en todo momento.
Pues bien, todo fue muy rápido y esa misma mañana ya se comunicó que había ido bien y que le habían colocado un stent en el corazón. Poco ha habido que esperar para que Ortega Cano reciba el alta y ha salido del hospital acompañado por Ana María Aldón. Amablemente, atendían a la prensa a las puertas del hospital: "Estoy bien, un poquito flojillo pero bien. Parece ser que han puesto un stent y han mirado el estado del otro a ver cómo estaba y estaba bien".
Un susto que ha terminado bien
La prensa allí presente le preguntaba por la vacuna del coronavirus, ya que en su momento el médico le recomendó que no se la pusiera por el tema de la coagulación. Sin embargo, han confirmado que eso ya sucedió: "Ya estoy vacunado. Las dos dosis. Me vacunaron antes". Por último, Ana María Aldón daba los últimos detalles sobre la intervención: "Previsión no había. Hasta que no entra el catéter y ven el daño, previsión no hay. Yo me he llevado una alegría muy grande. Había un daño bastante profundo y se ha reparado. Entonces la sorpresa es grata". Poco después de recibir el alta, el torero ha comenzado a encontrarse mal y podría deberse a una bajada de tensión. Ahora solo esperan que todo se solucione cuanto antes.