El pasado martes 29 de junio se conocía la noticia de la detención de José Luis Moreno al verse inmerso en una trama de lo más complicada. El productor fue detenido en su casa de Madrid por la Guardia Civil y fue llevado al calabozo, donde ha pasado dos días completos hasta que ha acudido a la Audiencia Nacional para declarar acerca de todos los cargos que se le imputan.
La detención de José Luis Moreno se encuentra dentro del marco de una macrooperación policial que ha terminado con detenciones por toda España. Su domicilio fue registrado de arriba abajo por las autoridades, así como sus distintas sedes, puesto que se trata de un entramado en el que los arrestados están acusados por estafar más de 50 millones de euros a través de la creación de un entramado empresarial.
Dicho entramado contraba con más de 700 mercantiles que blanqueaban presuntamente el dinero negro de organizaciones dedicadas al tráfico de drogas. Pues bien, tras pasar en el calabozo de la Comisaría de Moratalaz, José Luis Moreno era visto saliendo de la Audiencia Nacional, donde había llegado en torno a las 8:30 de la mañana. A las 15:30 de la tarde ha salido de la sede y lo ha hecho con una camisa arrugada en las manos, lo que indica que habría pedido a su abogado ropa limpia para acudir a sede judicial.
Aparente tranquilidad
José Luis Moreno ha decidido acogerse a su derecho a no declarar y a su salida de la Audiencia Nacional se le ha podido ver aparentemente tranquilo. Es cierto que con la mascarilla no se aprecian demasiado los gestos pero el productos audiovisual saludaba a la prensa apostada a las puertas del lugar y se intuía un gesto relajado e, incluso, una posible sonrisa.
Ahora, José Luis Moreno deberá depositar una fianza de tres millones de euros antes del martes 6 de julio para quedar en libertad. Sin duda, se trata de una situación de lo más delicada y, según han publicado varios medios, alguna persona implicada en el asunto podría haber contado de más provocando así la detención del productor y de muchas otras personas. Además, según revela El Mundo, los agentes ya sospecharon del ventrílocuo cuando entraron a robar en su casa, pero no se pudo llevar a cabo la investigación en aquel momento.