Según cuenta el propio torero, mientras cenaban escuchó varios comentarios ofensivos hacia su persona que provenían de la mesa de al lado. Este grupo formado por dos chicos y tres chicas, al pagar la cuenta, se acercaron al diestro. "Me llamaron matador de vacas, asesino y me dijeron que saliera a la calle si tenía cojones", desveló Canales Rivera a El Español.
Tras obviar estos comentarios, al terminar la cena junto a su acompañante vieron que este grupo les estaba esperando a la salida del restaurante. Según testigos presenciales, las chicas habrían agarrado del pelo a la chica que acompañaba al torero mientras que los dos chicos habrían empezado a pegarle puñetazos a Canales Rivera. La Guardia Civil tuvo que acudir para que la situación se zanjara de la manera más pacífica posible. El gaditano interpuso una denuncia de los hechos en el juzgado de Barbate.
Qué hubiera pasado si...
El torero también dijo en una entrevista a El Español que nunca se había encontrado con una situación tan desagradable, a pesar de que no sea la primera vez que reciba insultos por parte de los antitaurinos. Además dio gracias porque ni su hermano, que es escolta, ni su mejor amigo -que es profesor de jiu-jitsu- estuvieran en el momento de la pelea: "sí que se habría montado", decía el torero.