Jorge Javier Vázquez siempre se ha mostrado muy reservado en lo que a su familia se refiere, pues hemos podido ver en bastantes ocasiones a su madre, pero a nadie más. Sin embargo, en esta ocasión ha querido compartir en sus redes sociales unas fotos en las que presenta prácticamente en sociedad a sus sobrinos, Carlos y Esther, a los que adora y con los que tiene una relación de lo más estrecha.
En su blog de Lecturas, Jorge Javier Vázquez habla de la reunión familiar que tuvieron: " El domingo convocamos un almuerzo familiar en Barcelona. Se une mi sobrino, que vive en Bruselas y llegó ayer para pasar las navidades en casa. Le suplico que me deje hacerme una foto con él y publicarla en el blog porque esta semana voy algo escaso de material y así aprovecharía para contar el viaje que hicimos a Tailandia cuando él tenía 18 años y a mí me quedaba poco para los cuarenta", explicaba.
"Recuerdo que años atrás ya le pedí permiso para hacerlo y su respuesta fue que ni se me ocurriera porque le aterraba que su anonimato se viera mínimamente alterado. Pero el domingo accedió a lo de la foto y a que escribiera sobre el viaje. Hacerse mayor y bajar la guardia es todo uno", comentaba sobre las fotos con sus sobrinos. El presentador ha contado cómo fue el viaje que hizo a Tailandia con su sobrino, cuando este tenía 18 años y él casi 40.
Una familia unida
Jorge Javier Vázquez explicaba que había tenido una relación intermitente con su sobrino pero el viaje salió de maravilla y lo disfrutaron al máximo. También ha contado cómo fue su comida familiar, pues le 'chincharon' diciéndole que había pasado la noche acompañado por alguien en Barcelona, aunque él no confirmó nada de eso. Además, también reflexionó sobre volver a vivir a la Ciudad Condal, cosa que no ve lejana en absoluto:
"Hoy se me ha hecho cortísimo el almuerzo familiar. Y si viviera aquí hubiéramos continuado la reunión en mi casa y no tendría que haberme despedido otra vez de mi madre. Y quizás iría a dormir más veces a Badalona y podría estrenar el edredón que acaba de comprar para mi habitación. Turbulencias en el vuelo. Así tengo yo ahora mismo mi alma, botando de un lado a otro de mi cuerpo", concluía sobre el tema.