El personal de salud del centro tuvo que salir al escenario para evacuar al cantante que fue trasladado en camilla tras precipitarse desde una altura de casi dos metros. Numerosos miembros del público que estaban en el antiguo Palacio de los Deportes compartieron lo ocurrido a través de las redes sociales, haciendo que Sabina se convirtiese en trending topic en Twitter en cuestión de minutos después de lo ocurrido. Según algunos de los asistentes al concierto, el artista se cayó del escenario al foso, el espacio que hay entre el público y el escenario, ya que todo estaba oscuro y parece ser que el cantante no se dio cuenta de dónde terminaba el escenario.
La caída se produjo a los cuarenta y cinco minutos del inicio del espectáculo, después de que Joan Manuel Serrat cantase 'Mis amigos' y ofreciese un discurso sobre la amistad. Era entonces cuando Joaquín Sabina salió de bambalinas y mientras hablaba y caminaba, y sufrió el accidente. La organización quiso intervenir para lanzar un mensaje tranquilizador al público asistente y explicar por megafonía que el cantante se encontraba consciente, marchándose del escenario hablando con los sanitarios. Media hora más tarde, Joaquín Sabina volvió al escenario en silla de ruedas empujado por su compañero Serrat.
El cantante quiso pedir perdón por tener que cancelar el concierto, pero debido al dolor tan fuerte que sentía en el hombro se veía en la obligación de tener que ir al hospital. "Me he dado un golpe muy fuerte en el hombro y con todo el dolor de mi corazón me voy a ir al hospital porque el hombro este lo tengo muy, muy dolorido. No se imaginan cuanto lo siento", aseguró el cantante. "Esto solo me pasa en Madrid. Lo siento muchísimo. No tiren las entradas los que quieran venir en mayo, estamos confirmando el día 22 de mayo", concluyó Joaquín Sabina antes de abandonar definitivamente el escenario. El cantante estaba celebrando sus recién estrenados 71 años cuando sufrió el percance.
Un recinto maldito para el cantante
Afortunadamente todo se ha quedado en un susto y según ha confirmado la discográfica, el motivo del accidente se debió a que el cantautor se deslumbró con un foco, lo que le provocó que cayera de una altura considerable. No es la primera vez que el compositor sufre un percance de esta magnitud en el escenario madrileño, ya que en 2014 también tuvo que cancelar su concierto a las pocas canciones del final debido a unos problemas de estómago. En 2018 la historia se volvió a repetir cuando, tras hora y media de actuación, Joaquín Sabina se quedó afónico debido a una disfonía aguda que le llevó a tener que cancelar los cuatro conciertos siguientes a este suceso.