A pesar de que las bodas en la llamada nueva normalidad están lejos de ser como eran antes, hay parejas que tienen tantos deseos de casarse que se amoldan sin problemas a las circunstancias. Una de esas parejas es la que forman Joaquín Sabina y Jimena Coronado, que se han casado en Madrid tras más de 20 años de relación.
Los contrayentes se dieron el 'sí, quiero' este lunes 29 de junio de 2020. Como señala El País, lo hicieron en los juzgados de la calle Pradillo de Madrid ante la presencia de muy pocas personas, entre ellas las hijas del cantante, Carmela y Rocío, y amigos como el cantante Joan Manuel Serrat y el Ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska.
El de Úbeda se colocó para la ocasión un traje azul eléctrico, una camiseta azul oscuro y un sombrero de paja, así como unas zapatillas deportivas. La novia portó una blusa marfil y traje azul, y tanto ella como él llevaron mascarillas para minimizar riesgos.
Esta boda que no ha sido tan secreta como les hubiera gustado a los novios se esperaba que tuviera lugar desde que Joan Manuel Serrat cometió una indiscreción. El cantante había visitado junto a Sabina el programa argentino 'Teleshow', donde Serrat contó que había sido testigo de cómo su amigo le había pedido matrimonio a Jimena Coronado : "Lo vi, se arrodilló y le regaló un anillo. Fue tan hermoso". A Sabina no pareció importarle la indiscreción de su compañero y amigo y confirmó la noticia: "Yo tengo 70 años. El día que la Jime cumplió 50, doblé la cerviz y en verso...", señaló el cantante.
Joaquín Sabina se ha casado dos veces
Para Joaquín Sabina es su segunda boda. A pesar de que tiene dos hijas con Isabel Oliart, nunca se casó con ella. Con la que sí lo hizo fue con Lucía Correa, a la que dio el 'sí, quiero' en 1977, aunque lo habría hecho para poder dormir fuera del cuartel cuando estaba haciendo la mili. Su relación no duró. A Jimena Coronado la conoció cuando trabajaba como fotógrafa y fue a hacerle una sesión a un hotel de Lima. Sin embargo, en ese momento no pudo surgir nada y tuvieron que esperar un tiempo hasta que ambos habían terminado con sus anteriores parejas.