La modelo ha decidido cambiar de aires en un momento muy delicado para ella, después de haber visitado a su marido en prisión.
La presión parece haber superado a Joana Sanz, quien ha decidido poner tierra de por medio y viajar fuera de España tras haber visitado a su marido, Dani Alves, por primera vez en prisión. La modelo acudía a la cárcel de Brians II en compañía de un amigo en común con su marido, y ambos han accedido a las instalaciones para que la modelo tuviera su primer encuentro con él después de que fuera detenido por presuntamente violar a una joven en una discoteca de Barcelona.
Poco antes de aparecer en prisión había circulado la noticia de que Joana Sanz habría solicitado el divorcio a Dani Alves a través de sus abogados, pero todo parece apuntar que no es cierto por las palabras que la modelo dijo en su salida de su visita, asegurado: "No le voy a dejar solo en el peor momento de su vida". El encuentro entre ambos duró cerca de cincuenta minutos, y estuvo presente el amigo íntimo de la pareja. Entre ellos no pudo haber contacto físico porque estuvieron separados por un cristal. "Según fuentes consultadas por este programa, Dani Alves la habría recibido llorando en una cabina de teléfono", han contado desde el programa 'Y ahora Sonsoles'.
El lugar que ha elegido para despejarse de todo y evadirse ha sido París, lugar hasta el que ha viajado en compañía de una buena amiga, tal y como ha enseñado a través de sus redes sociales. En una de las fotos compartidas con la torre Eiffel de fondo aparece sonriendo, con una actitud muy feliz, pese a que se encuentre en el peor momento de su vida, no solo porque su marido está en prisión, sino porque hace unas semanas perdió a su madre. Alves no ha conseguido la libertad provisional
Mientras, Dani Alves se ha llevado un gran varapalo, porque su intención era conseguir la libertad provisional, pero la Fiscalía se ha opuesto por riesgo de fuga. Los abogados del jugador de fútbol presentaron un recurso de apelación de la medida de prisión preventiva sin fianza para el acusado que acaba de ser rechazado. Alves pensó que lo conseguiría porque su defensa pensó en la retirada del pasaporte, el control telemático por una pulsera y hasta en que hiciera visitas regulares a los juzgados, pero no ha podido ser. Si bien es cierto, desde el programa 'Y ahora Sonsoles' han apuntado a que no lo tiene perdido: "Podría defender en términos jurídicos que debe seguir en España porque tiene hijos aquí y está casado con una española", ha explicado Carlos Quílez.