El 20 de enero de 2023 Dani Alves acudía a declarar tras haber sido denunciado por una presunta violación a una chica la madrugada del 31 de diciembre en los baños de la discoteca Sutton de Barcelona. Ese mismo día ingresaba en prisión provisional sin fianza en Brians 1 (Barcelona) al considerar la jueza que había riesgo de fuga. Y con el futbolista totalmente aislado, el foco se puso en su mujer, la modelo Joana Sanz, que se convirtió en la más buscada y perseguida. Ahora, más de cuatro meses después, ha concedido su primera entrevista, una charla con su amigo Marc Leirado que se ha publicado en la revista Vanititas y por la que, aclaran, no ha percibido nada de dinero.
La modelo confiesa que se enteró de lo ocurrido al igual que el resto, por la presa : "No sabía nada hasta que lo hicieron público. Y así es como me he ido enterando de todo (...) Me quedé en shock. Y todo me parecía gravísimo". Una noticia que caía como un jarro de agua fría y que todavía está intentando gestionar emocionalmente: " Estoy mal, muy triste y asustada. Estoy yendo al psicólogo para que me ayude, porque si no, el cerebro dice 'ciao'".
Además de tener que aceptar que su marido le ha sido infiel después de ocho años y que planee sobre él la duda de la violación, la exposición mediática tampoco está siendo fácil: "Me está salpicando todo a mí sin haber hecho nada. Al revés, yo soy una víctima también. A mí me está tocando lidiar con algo que me he encontrado, sin comerlo ni beberlo, porque no soy ni denunciante ni denunciada". A pesar de ello, confía plenamente en la inocencia del futbolista hasta que se demuestre lo contrario, es decir, hasta que le juzguen.
"Él nunca hubiera hecho eso siendo consciente de que podía perderlo todo"
"No podemos condenarlo antes de que eso ocurra (...) Creo en su inocencia y espero no equivocarme ", confiesa la modelo porque asegura conocer muy bien al futbolista y esto no es algo propio de él, saliendo así en su defensa ante todo lo que se está diciendo y filtrado: "Puedo decir que Dani no es una mala persona. Que ha metido la pata con nuestro matrimonio, hasta el fondo, sí. Pero creo que él nunca hubiera hecho eso siendo consciente de que podía perderlo todo. Es demasiado grave".
De hecho también considera que las medidas preventivas tomadas con él son excesivas : "Él entró en prisión sin haber pruebas. No nos olvidemos de que fue a declarar voluntariamente. Que no tuvo ninguna notificación para ir a hacerlo, nadie se lo pidió. Y de allí directamente lo llevaron a prisión", y considera que hay otras opciones más allá de la prisión preventiva y que sabe perfectamente que Dani Alves no huiría de España: "Lo que él me dice es que la persona a la que más quiere soy yo y que por eso jamás se iría de España. Y hoy en día lo tienen muy fácil poniendo medidas: la retirada del pasaporte, un GPS...".
Sobre las diferentes versiones de Alves: "Pienso que lo hizo por mí, por no darme otro palo"
En cuanto a las diferentes versiones que ha dado Dani Alves a lo largo de estos meses y que también juegan en su contra a la hora de conseguir la libertad, Joana Sanz parece también tener una explicación: " Pienso que lo hizo por mí, por no darme otro palo. Cuando entró en prisión, hacía una semana que mi madre se había muerto y supongo que no quería hacerme sufrir más", dice la modelo desmontando así la confianza plena que tiene en Alves a pesar de que la investigación siga avanzando en su contra.
Para Joana Sanz la acusación de violación es una cosa y la deslealtad que ha sufrido en su matrimonio es otra, por ello tomó la decisión de divorciarse a pesar de que cree firmemente en su inocencia: " Yo me planteo el divorcio porque descubro que me ha sido infiel (...) Dani y yo tenemos una conversación pendiente porque ha roto unos valores que yo considero que son los que mantienen un matrimonio: el respeto y la confianza. Pero, pese a todo esto, seguiré estando ahí porque Dani es mi familia". Motivo por el cual sigue apoyándolo siempre que puede: " Voy a verlo porque él estuvo siempre que yo lo necesité. Es cierto que, cuando yo más lo necesitaba, él me hizo esto, pero antes también hemos compartido nuestra vida, y él también ha estado a mi lado en otros momentos muy duros".
Pero las visitas no son fáciles y por ello tampoco consiguen zanjar del todo su situación: "Lo veo a través de un cristal y hablamos a través de un teléfono. No estamos solos. Son cabinas transparentes en las que, a los lados, tienes más personas que, si hablas un poco alto, te escuchan. Por eso me resulta tan violento y por eso aún no hemos podido hablar de las cosas serias que nos afectan. Aún no he podido ni insultarlo", dice entre risas. Eso sí, habla todos los días para saber que está bien: " Hablo con él todos los días por teléfono. Porque es la única manera que tengo de saber que está vivo".