La canaria reconoce en esta entrevista que todavÃa tiene una conversación pendiente con Dani Alves sobre su relación, motivo por el cual todavÃa no han tramitado formalmente su divorcio, es solo una decisión de palabra: "Lo veo a través de un cristal y hablamos a través de un teléfono. No estamos solos. Son cabinas transparentes en las que, a los lados, tienes más personas que, si hablas un poco alto, te escuchan (...) Por eso aún no hemos podido hablar de las cosas serias que nos afectan".
Eso sÃ, su decisión es irrevocable y no cabe la posibilidad de un reconciliación sea declarado inocente o no: "Me duele en el corazón porque yo lo amo y lo voy a amar siempre. Ha sido una etapa muy importante de mi vida y por eso seguiré estando ahÃ, por respeto, pero no como pareja", porque ha fallado a los valores en los que se asentaba ru matrimonio: "Yo me planteo el divorcio porque descubro que me ha sido infiel (...) yo considero que son los que mantienen un matrimonio: el respeto y la confianza. Pero, pese a todo esto, seguiré estando ahà porque Dani es mi familia".
"No sabÃa qué hacer, necesitaba largarme como fuera"
Por supuesto no le gustó nada este detalle: "Obviamente yo me lo tomé a mal, porque nunca en la vida le he pedido nada, siempre me lo he gestionado yo sola todo, y sin embargo he visto como a sus amigos y a personas que acababa de conocer los ayudaba en todos los sentidos. Por eso me molestó". En cambio, Sanz también tiene varias teorÃas: "Primero la que él me dijo, que es que ahora no podÃa económicamente. Y la otra, que no querÃa que me fuera de casa. No querÃa que me alejara para no perder ese contacto conmigo".
A pesar de ello, fue entonces cuando decidió también independizarse todavÃa más de él e hizo que las cosas se distanciasen un poco más: "A partir de ahà ya no quise volver a hablar más con él de dinero, bastante me dolió pedirle algo como para que encima me lo negara. Me dije a mà misma que tenÃa que salir adelante sola, asà que me he buscado la vida como hago siempre". Y las cosas cambiaron cuando Joana Sanz decidÃa pedirle el divorcio e irse de Barcelona e instalarse en Madrid: "Me preguntó que por qué me sigo moviendo por España si me siento tan agobiada por la prensa. Me animó a irme fuera del paÃs, pero le recordé que yo tengo los pies en el suelo y que no puedo irme a donde me gustarÃa. Que no me lo podÃa permitir... A lo que él me respondió que me iba a ayudar. Pero ahora ya no quiero. Es tarde".
Y a pesar de todo esto, Joana Sanz reconoce que nunca fue una opción ganar dinero a costa de su situación sentimental -de hecho , por esta entrevista para Vanitatis no ha percibido dinero-: "He tenido muchas ofertas y con dinero por delante para dar exclusivas, pero no quiero entrar en el meollo", porque nunca fue su forma de trabajar y vivir: "Mi trabajo no es ni de influencer ni de celebrity. Yo no voy a los eventos a hablar de mi vida y tampoco vivo de colaboraciones de Instagram. Puedo vivir perfectamente sin las redes. Mi trabajo es hacer campañas o anuncios".