Joana Sanz ya no puede más. La modelo se convirtió en los últimos meses en una de las personas más relevantes para la prensa tras la detención de su todavía marido, Dani Alves, por una presunta violación y por la que ingresó en prisión sin fianza la espera de que se celebre el juicio. Desde entonces se ha intentado a través de ella saber la situación del futbolista y además también conocer los pasos que daría esta en su vida personal respecto a su matrimonio. Ahora que ya se conoce por ella misma que se divorciará de Alves, que no haya cesado el acoso mediático le ha llevado a tomar la decisión de intentar ella desaparecer.
Para ello, la modelo ha decidido dejar de usar sus redes sociales para así dar la menor información posible de su paradero, de dónde se encuentra en cada momento, para así intentar que cese la persecución de los medios. Lo anunciaba este mismo domingo 2 de abril a través de su perfil de Instagram con un comunicado en el que lanzaba una clara petición de cara a su vida de ahora en adelante: "He decidido dejar de utilizar mis redes sociales. No sé si esto será suficiente para que los medios de comunicación dejen de esperarme en aeropuertos, fuera de mi casa u hoteles, a la salida de restaurantes, en medio de mi trabajo o abordar a mis seres queridos ".
"Me causa ansiedad y no es para mí"
La canaria solo tiene un deseo y es poder hacer su vida con normalidad porque la presión mediática a la que se siente sometida estos últimos meses ha llegado al punto de ser dañina e insoportable para ella: " Ojalá que todo esto cese porque está afectando a mi salud mental y a mi vida social ". Reconoce que, pese a su trabajo y su situación sentimental desde que empezase a salir con el futbolista, la mediatización nunca fue algo que le gustase y que mucho menos buscase: "No soy una persona que viva de exponerse públicamente porque me causa ansiedad y no es para mí ".
Por ello, quiere seguir poder haciendo su vida dentro de la normalidad, algo que le permite su trabajo porque no exige, en la mayoría de los casos, esa exposición: " Gracias a Dios mi trabajo lo puedo realizar lejos de los focos mediáticos ", dejando claro que su vida solo se parará en lo que a las redes sociales se refiere, para sí evitar el acoso que denunciar.
Como últimas palabras públicamente, la modelo agradecía igualmente todos los mensajes de cariño que había recibido en todo este tiempo también a través de las redes sociales, esa pequeña luz que había en ellas a pesar de todo: " Doy gracias a las personas que me han apoyado con mensajes preciosos de ánimo y que incluso me han abrazado por la calle sin conocerme. No sé si volveré por aquí, es tiempo de desconexión", terminaba así diciendo.