Joan Rivers fue anestesiada con Propofol, el mismo componente implicado en la muerte de Michael Jackson

Joan Rivers en el programa 'Watch What Happens'

Poco más de un mes después de la muerte de la televisiva estrella Joan Rivers a causa de un fallo respiratorio, el forense de Nueva york encargado de la investigación ha informado sobre nuevos indicios fallos profesionales en el caso de Rivers. Finalmente se ha establecido que la muerte se debió a los daños cerebrales causados por la falta de oxígeno durante la intervención.

Esta falta de oxígeno en la sangre durante la anestesia ha sido calificada por parte del forense como una 'complicación predecible'. El informe resume también que la humorista murió de una 'complicación terapéutica', ya que su muerte una semana después de una simple intervención se debió principalmente a este fallo en la anestesia, complicación que desencadenó su empeoramiento e ingreso en el hospital Monte Sinaí.

Entre la opinión pública y especialmente del mundo de la televisión, el dato más relevante y polémico ha sido que Rivers fue anestesiada con Propofol, el mismo componente implicado en la muerte de Michael Jackson.

Joan Rivers y Melissa Rivers en la fiesta Pre-Grammy 2014 de Clive Davis

La televisión estadounidense, de luto

Lawrence Cohen fue el encargado de tratar el problema de garganta de Joan, el mismo médico que practicó una endoscopia sólo con la intención de 'averiguar la razón de sus problemas'. El problema surgió cuando el médico practicó la biopsia sin conocimiento de la clínica, un centro que ha negado en todo momento que se practiquen estas biopsias en sus instalaciones.

A pesar de estas complicaciones, el forense no encuentra indicios de negligencia o responsabilidades más allá de la destitución del doctor que atendió de Joan Rivers en la clínica Yorkville Endoscopy.