Para él fueron varias horas de incertidumbre en el aeropuerto, y tras no saber qué iba a pasar, le dejaron salir, pero sin su pasaporte, que se lo retuvieron durante unos días hasta que acudiera a la embajada a retirar su documentación. Ha sido él mismo el que ha contado a la revista Diez Minutos cómo vivió todo: "En mi vida viví un susto semejante, y cuidado que viajo. Me sentí como en una 'jamesbondiana' película de intriga tan solo por intentar entrar en Santo Domingo con mi pasaporte que nunca creí incorrecto, menos aun ilegal".
Eso sí, ha adelantado que había perdido su pasaporte, aunque más tarde lo había vuelto a tener en sus manos: "Lo cierto es que yo lo había perdido y luego recuperado con las consiguientes declaraciones. La segunda declaración no fue enviada internacionalmente y fue la pega que casi me puso ante el paredón cual un chorizo. Sentí primero sorpresa y luego rabia, también indignación. Finalmente lo tomé con filosofía, algo inédito que me costó digerir. Son consecuencias de estar siempre danzando. Pero no se lo recomiendo a nadie. Como en la canción "no saben cuánto sufrí".
Al menos quedó en un susto
Pero por suerte, y a pesar del disgusto, pudieron disfrutar tanto del festival como de los encanto de las maravillosas playas de Punta Cana. La pareja aprovechó del tiempo del que disponían al máximo, dejando a un lado un episodio bochornoso en sus vidas. La pareha se casó en julio de 2016, aunque llevan juntos más de treinta años.