Jesulín de Ubrique ha tenido un gran fin de semana. El diestro ha viajado desde Ambiciones hasta Madrid para torear en la feria de Aljarvir y después visitar a su hija Andrea en Paracuellos del Jarama. Una visita que se produce después de más de un año sin verse.
Y por fin llegó el gran día. Pasaban las ocho de la tarde cuando Jesulín, tras haber cortado cuatro orejas en la plaza de toros en la que compartió cartel con su hermano Víctor -que estuvo apoyado por su novia Beatriz Trapote- llegaba junto a un hombre de su confianza hasta Paracuellos.
Jesulín de Ubrique abandona muy sonriente Paracuellos del Jarama
Andrea acompañó a su padre hasta el garaje y se fundieron en un cariñoso abrazo y dos besos. Ambos, con la cara mucho más relajada y una sonrisa, se despidieron. A su salida, Jesulín de Ubrique no quiso hacer ninguna declaración a las decenas de famosos que se agolpaban a las puertas de la vivienda de Paracuellos del Jarama, limitándose a sonreír.