De lo más sonriente y haciendo carantoñas al bebé, Jessica salió de la terminal, donde le esperaban sus padres para llevarla a ella y a su nieto de vuelta a casa. Para la ocasión, Jessica se decantó por un look cómodo; unos shorts vaqueros, camiseta negra y sandalias planas. Mientras tanto, su pequeño, muy simpático, llevaba un pantalón corto, una camiseta de rallas y el chupete colgando de su ropita.
Sin soltar en ningún momento a su retoño, al que llevaba en brazos mientras salían del aeropuerto, Jessica se mostró ajena a la polémica suscitada por el viaje que acababa de finalizar. Y es que, al parecer, la modelo podría haberse ido durante una semana al País Vasco para visitar a su novio, el futbolista Jota Peleteiro -que ha sido fichado esta temporada por el Eibar-, todo ello sin avisar a Kiko Rivera, con el que supuestamente tenía un acuerdo verbal en el que le permitía ver a su hijo todas las semanas.
En cualquier caso, nada parecía empañar lo que iba a ser una semana muy bonita en su vida, porque además de haberse encontrado con su chico, Jessica cumplió 23 años el 17 de agosto, una fecha que siempre celebra por todo lo alto.
El buen momento de Jessica Bueno
La joven pasa por uno de los mejores momentos de su vida. Después de dar a luz a su primer hijo hace ya nueve meses -el pequeño Francisco nació el 6 de noviembre del pasado año-, y de haber roto posteriormente con el padre de su hijo, la modelo ha recuperado la sonrisa junto al que es su nueva pareja, Jota Peleteiro, nombre que incluso ya se ha tatuado en su cuerpo.