Ya era hora de que en la vida de Jesé Rodríguez reinara de una vez por todas la tranquilidad. El canario se ha convertido en el nuevo jugador del Betis, de modo que ha conseguido tener en control de su vida. Para él en el ámbito profesional es una brillante oportunidad para recuperar su nivel de juego, algo que ha perdido en los últimos años en los que se ha hablado más de sus polémicas que se sus progresos.
Tras tocar fondo ha decidido tomarse las cosas con otra filosofía, quiere dejar de estar devaluado y que se le dé el valor que se merece como deportista. Parece que aparcados quedan sus problemas con Aurah Ruiz, la mujer con la que compartió poco tiempo pero que sigue muy presente en su vida después del nacimiento de su hijo Nyan. Su historia es de amor-odio, aunque en los últimos meses ha primado, como era de esperar, lo segundo.
La canaria se dedicó a airear todos sus problemas personales con él o cómo se estaba portando con su hijo enfermo sin ir a verle al hospital o sin pasarle la pensión pertinente. Ahora son los padres de ella los que tienen la custodia del pequeño, aunque él nunca ha renunciado a ver a su hijo y es más, ahora que estará en España, exigirá poder compartir más momentos con él a pesar de la distancia.
Quiere tener las riendas de su vida
Ahora será una nueva estrella verdiblanca y parece que tiene claro que se dejará la piel para recuperar su imagen bastante dañada en el terreno de juego. Por otro lado, también se ha dicho que se ha descuidado y que tiene uno kilos de más, a lo que ha dicho: " Lo que tengo es músculo, no grasa ", y ha añadido: "Que haya dudas es normal, pero voy a darlo todo hasta el último día". De esta manera quiere redimirse y dejar de lado todo aquello que le ha dañado durante mucho tiempo.