Jennifer Lawrence es muy joven, y por ello su carrera todavía no es larga, pero ha dejado claro dos cosas, una que es una buena actriz, y otra que es un circo de persona. La estadounidense parece tener imán para crear anécdotas, sumando las que provoca ella misma y las que suceden sin pretenderlo.
En los Oscars 2014 no ha habido excepciones, y si primero dio la nota al caerse a su llegada a la alfombra roja, después parece que se puso de mal humor al escuchar el nombre de Lupita Nyong'o en la categoría de Mejor Actriz de Reparto.
No hay duda de que la gran rival de Lawrence en la temporada de premios ha sido la mexicana, cuya interpretación fue claramente superior pese a que en los Globos de Oro y en los Bafta el galardón fue para la intérprete de 'La gran estafa americana'.
Lupita Nyong'o se resistió
Una vez finalizada la gala, y ni corta ni perezosa, Jennifer Lawrence se acercó a la radiante Lupita e intentó agarrar el Oscar para quedárselo ella. Parece que no tenía bastante con uno y quería robarle a Nyong'o lo que era merecidamente suyo. La mexicana no dudó en pelear para que no le arrebataran su Oscar, así que finalmente Lawrence se fue de vacío.
Ni qué decir tiene que se trata de una broma, una muestra más de la espontaneidad de Jennifer Lawrence, que tan pronto se le rompe el vestido, como se cae antes de recoger un Oscar, que estropea fotos ajenas o que dice que con su vestido parece que lleva una axila vaginal. Y es que para bien o para mal, así es Jennifer Lawrence.