Jennifer Lawrence ya es una mujer casa. La actriz se ha dado el 'sí, quiero' con Cooke Maroney en una íntima ceremonia celebrada el pasado sábado 19 de octubre. Pese a transcurrir todo en la más estricta intimidad y no haber transcendido (por ahora) casi ningún detalle de todo el evento, si se puede decir que todo ha salido como se esperaba así como quiénes fueron los afortunados que han compartido un día tan especial con los ya marido y mujer.
La boda tuvo lugar en el castillo de Belcourt, en Rhode Island, una construcción del siglo XIX que, según cuenta la leyenda, alberga fantasmas. Unos fantasmas que, por cierto, se han colado en uno de los eventos que más expectación han generado durante todo el fin de semana. Y fue hasta allí donde se desplazaron los 150 invitados (más los fantasmas) que han tenido el privilegio de acompañar a la actriz y al galerista en una día tan importante.
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Adele, Cameron Díaz y Kris Jenner ya están en Rhode Island para la boda de Jennifer Lawrence!!!! ? #JenniferLawrencepic.twitter.com/BJVrD3oVJS? Jennifer Lawrence Arg (@JLawrenceARG) October 19, 2019
150 invitados de renombre
Emma Stone, el director de cine David O Rusell, Ashley Olsen, Kris Jenner y su pareja, Nicole Ritchie, Derek Blasberg, Cameron Diaz, Adele, Sienna Miller... Estos son solo alguno de los nombres de las celebridades que disfrutaron de un impresionante banquete y de un cóctel previo que constaba, tal y como se ha podido de saber, de varia full tracks de comida. Una fiesta que duró hasta altas horas de la madrugada. The Daily Mail ha compartido unas fotografías de los recién casados abandona el castillo a las 5 y media de la madrugada. Eso sí, ambos parecen los propios novios de la tarde al estar perfectamente arreglados a pesar de llevar aproximadamente 12 horas de fiesta.
Estas fotografías también develan el vestido -o uno de los vestidos- que Jennifer Lawrence lució en uno de los días más importantes de su boda. Al parecer, se trataría de un vestido de Dior que tendría cuello redondo, mangas largas y estaría cubierto -al menos de pecho para arriba- de pequeñas incrustaciones brillantes. En cuanto al novio, este apostó por el tradicional traje negro con camisa blanca y pajarita.