Nada más volver compartió sus primeras sensaciones en las redes sociales, diciendo: "Estoy empezando a actualizarme tecnológicamente... me ha costado bastante más de lo que esperaba". Asimismo, contó lo que iba a hacer durante su primer fin de semana en Madrid. Ya estoy de vuelta y estoy deseando comeros a todos a besos... eso sí, disculpadme pero este fin de semana lo dedicaré íntegramente a la mujer de mi vida, que me llenó el alma ayer con sus abrazos, besos, miradas y arrumacos a la salida del cole. ¡QUÉ PASADA!".
Dicho y hecho. Ahora Ungría ha compartido una imagen en su cuenta de Instagram contando que ha cumplido su palabra. "Uno de mis sueños en Playa Uva era volver a España y, un domingo cualquiera, cocinar una paella con mi hija de testigo... gracias a Dios, check. A ella le olía bien!! Ojo que, el que tuvo... retuvo", ha bromeado.
Junto al texto que ha compartido ha insertado una foto en la que sale su hija Camila agachada mientras huele de cerca la paella que su padre ha preparado en la terraza de su casa. Ahora vivirá unos días de calma y relax para recuperarse tras unos meses viviendo al extremo la experiencia en la isla. Por otro lado, está pasando unos días con su hija mientras su exmujer ha hecho las maletas para hacer una escapada a Sicilia junto a unos amigos.
Su cambio físico
Por otro lado, regresar a España significa toparse con la realidad, y ya se ha enfrentado a su cambio físico ante el espejo, reaccionando así: "¡Increíble. Ay, mi madre!", eran sus primeras palabras tras poder ver su nueva imagen. "Madre mía... Estoy alucinando. "De piernas no he perdido tanto. Creo que habré perdido 8 o 10 kilos", ha comentado, para añadir después: "De cara parezco un náufrago, alucino".