Pero todo fue mucho peor después de que su madre decidiera interponer una demanda de paternidad a Julio Iglesias sufrieron acoso: "Los acosadores suelen ir contra quienes son diferentes. Y yo lo era porque mi careto salía en televisión. No diría que fue la peor época de mi vida, porque cuando eres adolescente todavía no tienes muchas responsabilidades, pero fue dura. No es bonito ser famoso y pobre. La mía, al menos entonces, ha sido una fama incómoda", ha asegurado en una entrevista para El País.
Javier Santos creció en un barrio humilde de Valencia. Fue allí donde un juez declaró en 1992 que el padre de Santos era Julio Iglesias. Aunque no duró mucho, ya que dos años después la Audiencia de Valencia revocó la sentencia, ya que Julio Iglesias no se presentó en el Centro de Transfusiones de la Comunidad Valenciana porque había un fallo en la notificación de la cita.
Casi pierde la vida
En aquel tiempo fue cuando Javier Santos decidió cambiar de aires y poner rumbo a Miami, donde intentó hacer carrera como cantante, pero con mala suerte. Al ver que no podría triunfar en la música, comenzó a trabajar de lo que pudo. Durante uno de sus muchos trabajos, transportando medicamentos a Cuba en lancha, estuvo a punto de morir en mitad del océano: "Una vez los motores de la lancha en la que íbamos se pararon a mitad de camino y pasé mucho miedo. Pensé que podía acabar en África, pero llegamos sanos y salvos", afirmó Javier Santos.