La actriz se mostró muy sincera y confesó haber sufrido una "crisis nerviosa" durante el rodaje de la primera temporada de la exitosa serie de Netflix y por la que tuvo que necesitar tratamiento psicológico. "Me tiré muchísimo tiempo para entender mi relación con este personaje", asegura.
Su personaje, Grace Hanson, una mujer a la que a ella y su amiga abandonan sus respectivos maridos tras 40 años de matrimonio para casarse juntos entre ellos, le sobrepasó: "Descubrí que un personaje en una comedia en realidad también puede provocar algo muy profundo", reconoce. La actriz cuenta que "No tenía idea de la magnitud del peso que tendría el papel en mi vida personal", pero que "Ahora la amo".
Lo ha superado
Fonda aprendió a separar su vida personal de la profesional y se muestra contenta y orgullosa de superar sus problemas de ansiedad y haber llegado a amar su personaje y dar visibilidad a un colectivo como es el de las personas mayores, aunque reconoce que "Realmente no quiero tener que ser como ella". Sin duda este papel ya forma una gran parte dentro de la carrera profesional de la actriz pues por su interpretación fue nominada a un Premio Emmy en 2017.