El actor y director estadounidense James Franco ha alcanzado un pacto para cerrar una demanda de comportamiento sexual indebido por la que deberá pagar 2,3 millones de dólares (1,9 millones de euros) a las víctimas, tal y como The Hollywood Reporter. El acuerdo se presentó en un juzgado de Los Angeles, donde tiene que recibir aprobación antes de liquidar un caso en el que un grupo de estudiantes denunció que Franco se aprovechaba sexualmente de las alumnas que asistían a sus clases de actuación en la escuela Studio 4.
La demanda fue presentada inicialmente en 2019 por Sarah Tither-Kaplan y Toni Gaal, que se habían apuntado a sus clases en 2014 y aseguraron que Franco impartía lecciones sobre escenas sexuales que consistían en "simulaciones de actos sexuales que iban mucho más allá de los estándares de la industria ". Para ejemplificar dicha información, las alumnas indicaron que el productor impulsó el presunto rodaje de una orgía donde les quitó las protecciones de plástico que cubrían las vaginas de las mujeres antes de simular sexo oral. Además, el actor se habría acercado a las jóvenes en numerosas ocasiones prometiéndoles trabajos en Hollywood que nunca llegaron a materializarse.
Ambas chicas recibirán un tercio de la multa económica estimado en torno a unos 800.000 euros que se repartirán con sus abogados, mientras que el resto del dinero se entregará al grupo de alumnos afectado por el comportamiento del productor y de sus socios.
Deben retirar las denuncias
Dicho acuerdo requerirá que las dos chicas retiren sus denuncias por comportamiento sexual indebido y también que el resto de estudiantes anulen sus demandas por fraude. "Aunque los demandados continúan negando las acusaciones, reconocen que los demandantes han planteado cuestiones importantes, y todas las partes creen firmemente que ahora es un momento crítico para abordar el maltrato a las mujeres en Hollywood", indican los documentos.
Todo comenzó en los Globos de Oro de 2018, cuando el actor se llevó el premio al mejor actor de una comedia por 'The Disaster Artist' (2017). Durante la ceremonia fueron varias las actrices que cargaron contra James Franco por su supuesta hipocresía al llevar una de esas insignias, ya que había sido responsable de episodios de abuso sexual.