A pesar de que el motivo por el que fue hospitalizado antes de que se desatara la crisis sanitaria pero no tenía nada que ver con el Covid-19, este virus se convirtió en otro de sus problemas. El torero sufrió un pinzamiento en los lumbares y como además tiene osteoporosis, se vio obligado a guardar reposo absoluto. Pero el contagio no era para nada esperado, aunque por suerte le ha ganado la batalla.
A su lado siempre ha estado María Ángeles Grajal, su mujer, que tenía esperanza de que pronto se recuperara de su pinzamiento, y ahora es ella la que le está ayudando a su recuperación en casa. Por otro lado, este no ha sido un momento fácil para ella, porque además es doctora y ha continuado con sus labores de neumóloga en la crisis sanitaria ocasionada por la pandemia. "Estoy reventada. Acabo de llegar a casa con un dolor de cabeza horroroso porque toda la tarde de traslado de la Zarzuela al otro lado", llegó a decir en todo esta acumulación de tensiones.
Unos dolores que arrastra desde hace tiempo
Fue en el verano de 2019 cuando Jaime Ostos fue visto en su última aparición pública, momento en el que apareció acompañado por su mujer en un acto de la Asociación Española contra el Cáncer. Y es que por aquel entonces se pudo apreciar que su movilidad estaba más que reducida por sus dolores, por eso se tenía que desplazar con muletas.