Jaime Ostos lleva cinco días ingresado en la clínica de la Zarzuela de Madrid debido a una lesión en la espalda que le limita mucho el movimiento y le provoca dolores muy agudos por lo que le es casi imposible caminar. Esta lesión ha hecho que el torero se haya alejado de la vida pública desde el pasado mes de agosto de 2019, según han informado a EFE fuentes cercanas a Jaime Ostos, quienes también se encuentran preocupados por su delicado estado de salud, aunque aseguran que el torero se muestra bien de ánimo.
Debido al pinzamiento en las lumbares que sufre, sumado a la osteoporosis que también padece, son fuertes los dolores que Jaime Ostos sufre en la zona, por lo que los médicos le van a realizar una serie de pruebas para determinar si se le pueden realizar infiltraciones que palien sus fuertes dolores, según ha asegurado el entorno del torero. Y es que Jaime Ostos necesita moverse con la ayuda de un andador y por eso estos meses " se ha negado a moverse de su casa hasta que pueda caminar por sí solo ", lo que explica que lleve unos meses retirado del foco mediático.
La última aparición pública de Jaime Ostos fue el pasado verano de 2019 en un acto público, la gala de la Asociación Española contra el Cáncer. María Ángeles Grajal, la esposa del torero, acompañó en este acto a Jaime Ostos, quien apareció visiblemente desmejorado y teniendo que caminar con la ayuda de unas muletas para poder desplazarse. Poco después, en septiembre de 2019, el sevillano tuvo que ser ingresado en el Hospital Montepríncipe de Madrid a causa de un edema pulmonar.
Este ingreso de Jaime Ostos duró casi tres meses ya que no pudo regresar a su casa hasta las Navidades, donde ha permanecido hasta este nuevo ingreso hospitalario. "Está pasando un auténtico calvario, pero si le ves, está como si nada; animado, riendo, sigue hablando de toros como siempre, de cuando toreaba... Ojalá podamos volver a verle en las plazas y en la cantidad de actos que suele acudir, pero, sinceramente, lo vemos muy complicado ", ha asegurado una fuente cercana al sevillano.
El torero habla de sus dolencias
El propio Jaime Ostos ya habló tan solo unas semanas antes de este ingreso en una entrevista para el diario ABC, en donde se mostró muy ilusionado a pesar de los fuertes dolores que estaba sufriendo : "Sigo con el plan que me pusieron los médicos pero de cuando en cuando me vienen unos dolores muy fuertes. Me duele mucho la cadera y tengo que tomarme unas pastillas para calmar el dolor. Son los dolores más fuertes que he tenido en mi vida. Esto me ha recordado que hay cosas más fuertes que las cornadas de los toros ", confesó el diestro.