Pese a que en un primer momento se mostró reacio a hablar con la prensa, al final ha defendido a su hermano.
Íñigo Onieva está pasando por un delicado momento después de que se descubriera a través de un vídeo que había sido infiel a Tamara Falcó, un clip que salió a la luz poco después de que la Marquesa de Griñón anunciara su compromiso con él. desde que se conoció la noticia ha estado en el foco, pero también su familia, que se ha volcado en él y que está siendo un apoyo imprescindible en estos momentos para el relaciones públicas.
Una de las primeras personas en hablar fue su madre, Carolina Molas, quien admitió que estaban muy mal, pero sus hermanos han preferido mantenerse al margen. Hasta ahora. Su hermana Alejandra Onieva, conocida por ser actrices de series como 'El secreto de Puente Viejo' o 'Altamar', sí ha dejado claro que prefiere no hablar, sin embargo su hermano Jaime, que al principio se había mostrado reacio, ahora ha hablado. El hermano de Íñigo Onieva sigue saliendo y entrando de la casa familiar pese a que los medios no paran de estar en su puerta, y aunque no ha querido decir nunca nada acerca de la polémica que gira en torno a su hermano, ahora se atrevía a decir públicamente: "Es un súper hermano, eso desde luego", y después ha cerrado la puerta.
Eso sí, no ha aportado ningún detalle sobre cómo se encuentra su hermano, aunque ha dejado claro que la familia está para apoyarle, y así lo están haciendo. Tampoco ha dado la cara el protagonista de la historia, aunque según el colaborador de televisión Saúl Ortiz, tiene planeado hablar en algún momento de lo que ha pasado. Mientras tanto, parece que está obsesionado por descubrir quién ha sido la persona que se la ha jugado, publicando el vídeo que ha destapado su deslealtad. Está claro que ha sido traicionado por una persona de su entorno, y todo parece apuntar a aun amigo con el que discutió hace poco. Su madre, entre lágrimas
Mientras su madre ha cambiado su actitud, porque pese a que al principio expresó cómo se encontraba la familia, ahora las cosas han cambiado, y una de las últimas veces que ha sido vista no ha dicho ni una sola palabra y no ha podido contener las lágrimas, secándoselas mientras caminaba esquivando a los reporteros para acceder a su vehículo.