Jaime del Burgo, quien fue cuñado de la Reina Letizia porque mantuvo una relación con Telma Ortiz, ha hecho saber a través de su columna de OK Diario que se ha convertido en padre de una niña llamada Ulla. Y este nacimiento ha coincidido con la pandemia del coronavirus, algo que ha hecho que reflexione de una manera inesperada por la situación que se está viviendo.
En su columna hace estas declaraciones que nada tienen que ver con la responsabilidad que se tiene que tener en estos momentos: "Quiero dejarle a mi hija Ulla de cuatro meses un mundo mejor. Y si te mueres en el intento porque tienes la mala suerte de toparte con un virus que mata a un porcentaje irrisorio de los que lo contraen, pues te vas libre y en paz. No voy a dejarle un futuro mejor a nuestra hija quedándome en casa si me siento bien".
Y con sus palabras está claro que desafía al confinamiento: "Yo voy a seguir viajando. Voy a seguir ocupándome de mis asuntos y de las personas que empleo. Voy a seguir viendo a mis socios y colaboradores como acostumbro. He sufrido tres embolias desde 2008, tres cicatrices hermosas en mi pulmón derecho. Y no me voy a quedar en casa. Lo digan los Rodolfo Chikilicuatre de Moncloa. Lo diga Trump. Lo diga el Papa de Roma. La ley natural que protege y ampara nuestras libertades en última instancia está por encima de todo".
Fue en 2016 cuando él y Telma Ortiz decidieron llevar vidas separadas y él está claro que ha rehecho la suya porque ha sido padre. Fue en julio de 2016 cuando él lo hizo saber de esta manera: " Telma y yo cesamos nuestra convivencia matrimonial y actualmente llevamos a cabo los trámites jurídicos para la disolución del matrimonio. La ruptura se produjo de mutuo acuerdo y mantenemos nuestra amistad".
Piensa seguir con su día a día
Él conoció a Lucía Díaz Liljestrom, con la que se casó ante notario en octubre de 2018 dentro de una ceremonia a la que solo acudieron los más íntimos. Lejos de su vida personal, esta es la conclusión que ha dejado sobre el coronavirus: "Si estás bien, sal a la calle y haz vida laboral normal. Trabaja. Si hacemos una vida anormal, la anormalidad se instalará entre nosotros en todos los órdenes. Tengamos un poco más de valor. Menos miedo a la muerte. Aquí todos estamos de paso unos años. Hay que huir de las redes. Trabajar más que nunca para empezar a recuperar mañana tanta riqueza perdida por culpa no del virus, sino de unos dirigentes vergonzantes".