La muerte de Mario Vargas Llosa ha dejado un vacío irreparable en el mundo de la literatura y la cultura hispanoamericana. El escritor peruano, Premio Nobel de Literatura en 2010 y autor de obras fundamentales como 'La ciudad y los perros' o 'La fiesta del chivo', falleció la madrugada del lunes en su casa de Barranco, Lima, a los 89 años, como consecuencia de una neumonía derivada de un COVID persistente. Según confirmó la familia, se produjo de manera tranquila y rodeado de sus seres queridos. La noticia ha generado una oleada de homenajes y muestras de afecto por parte de personalidades de todo el mundo.
La muerte de Mario Vargas Llosa ha sorprendido también a Isabel Preysler, su expareja Durante 8 años, con quien compartió una de las relaciones más mediáticas de los últimos tiempos. Aunque la ruptura entre ambos no fue precisamente amistosa y estuvo marcada por tensiones reflejadas en la prensa del corazón, la noticia del fallecimiento del Nobel peruano la afectó profundamente. Según fuentes cercanas, Preysler recibió la información a primera hora del lunes por parte de una personas del entorno íntimo del escritor, y quedó en estado de shock al enterarse de manera inesperada.
La madre de Tamara Falcó y viuda de Miguel Boyer, conocía el delicado estado de salud de Vargas Llosa, ya que desde su separación en 2022 no volvieron a tener ningún tipo de contacto ni comunicación. Según el programa 'Tardear', Isabel se mostró especialmente apenada por la pérdida, aunque ha decidido no hacer declaraciones públicas al respecto. "No es el momento", aseguran desde su entorno, y han confirmado que guardará un "silencio absoluto" como muestra de respeto, pese a la tristeza que le ha provocado el fallecimiento del escritor.
Preysler considera, además, que la relación con Mario Vargas Llosa es una etapa completamente cerrada en su vida, aunque no ha dejado de expresar, en privado, su conmoción por la noticia. Su actitud refleja una mezcla de duelo íntimo y discreción, alejada del foco mediático que tanto marcó su romance con el Nobel. La historia de amor, que durante años fue portada de revistas y foco de atención en España y América Latina, culmina definitivamente con esta pérdida, dejando atrás recuerdos, polémicas y un capítulo más en la intensa vida de ambos.
Un adiós en familia
Los restos de Mario Vargas Llosa fueron incinerados este lunes en una ceremonia íntima, tal como él lo había solicitado, en el Centro Funerario y Crematorio del Ejército de Chorrillos, en Lima. El cortejo partió desde su residencia en Barranco a las 16:10 (hora local), acompañado por sus hijos Álvaro, Gonzalo y Morgana, y su mujer, Patricia Llosa. Tras la cremación, las urnas fueron entregadas a sus hijos, quienes abandonaron el lugar sin ofrecer más declaraciones. Álvaro Vargas Llosa reiteró horas antes que la familia deseaba despedirse del escritor en la más estricta privacidad, agradeciendo las muestras de cariño recibidas y pidiendo respeto por el duelo. "El Perú ha perdido a uno de sus mejores hombres y nosotros a un ser infinitamente querido", expresó.