Isabel Preysler está pasando un verano muy intenso junto a su pareja Mario Vargas Llosa. Ambos comparten los mismo intereses y aficiones y buena prueba de ello es la costumbre a la que se ha sumado Preysler gracias a su pareja y, a la que además, ha querido apuntar a su hija Tamara Falcó.
El escritor lleva muchos años acudiendo a la clínica Buchinguer en Marbella para ponerse a punto durante el verano antes de la vuelta al trabajo. Este año no iba a ser diferente y a esta práctica se ha sumado Isabel Preysler. Según ha publicado El Español, Vargas Llosa lleva años sometiéndose a tratamientos de dicha clínica, como por ejemplo hacer caminatas diarias por la mañana, algo que el centro promueve.
Además, desde esta clínica también indican como algo muy beneficioso el ayuno y Mario Vargas Llosa también cumple con ello. Por su parte, Isabel Preysler opta por los masajes, nadar en la piscina y todo mucho más relajado y menos estricto. Lo que sí ha querido hacer Preysler es llevar a su hija Tamara Falcó para intentar que pierda algo de peso del que cogió como consecuencia de los problemas de tiroides. Ya comentó la joven en una ocasión que su madre le había regalado un entrenador personal por su cumpleaños y ahora parece haber optado por seguir los consejos de su pareja.
Se lo está tomando muy en serio
Según cuenta el citado diario, Tamara Falcó se estaría tomando el tratamiento con mucha seriedad para intentar recuperar la figura que tenía antes de surgir sus problemas de tiroides. Falcó estaría siguiendo un plan de ayunoterapia a lo que suma una cura de purificación, algo que seguro que le viene de maravilla tanto para bajar de peso como para relajarse y estar tranquila, y más tratándose de ella, una mujer tan mística y espiritual.