La socialité quiere lo mejor para su hija, esperando que algún día cumpla su sueño de poder ser madre.
Isabel Preysler tiene muchas ganas de volver a ser abuela, si bien es cierto, no quiere que todo esto pase factura a su hija Tamara Falcó. La socialité ha acudido a un desfile de Pedro del Hierro en la Mercedes Benz Fashion Week 2024 y ha sido ahí donde no ha dudado en contestar a las preguntas sobre su hija, quien se encuentra en un tratamiento de fertilidad para formar una familia con Íñigo Onieva.
Lo cierto es que no puede dejar de fantasear con la idea de volver a ser abuela después de lo que reveló Tamara Falcó en 'Got Talent'. "Mi madre nos llamó a todas las niñas... O sea, la primera se llama Isabel, Chabeli es Isabel, a mí Tamara Isabel y a mi hermana Ana Isabel. Como no nos podía poner de primero su apellido, nos puso su nombre. Entonces, me haría gracia, si tuviera una niña, llamarla Isabel", dijo, revelando que si tuviera una niña se llamaría como su madre.La socialité no ha podido esconder su felicidad por esta decisión de su hija, diciendo: "Qué ilusión, qué ilusión. Me encanta, me encanta. Y si es niño, Íñigo me encanta", añadió. Lo cierto es que de algún modo ha querido protegerla, porque no quiere que la Marquesa de Griñón sienta presión de cara a la maternidad. Su hija se está tomando un tiempo y quiere que la dejen tranquila en la medida de lo posible.
Por eso ha pedido a los medios de comunicación que 'no sean muy pesados' con este asunto, porque pese a que Tamara Falcó siempre haya hablado de manera natural sobre este tema, puede que se sienta saturada y que le llegue a afectar tanta pregunta sobre si está embarazada o sobre si pronto será madre. "Yo quiero ser abuela, cuantos más nietos tenga, mejor, pero no la presiono", ha señalado Isabel Preysler. Mejorando el vínculo
La madre de Tamara Falcó también ha hablado de cómo es su relación con su yerno, Íñigo Onieva. "Muy bien, cada vez mejor", ha señalado, diciendo qué es lo que más le gusta de él: "Lo que más me gusta de él es que la saca de su zona de confort. Si no, Tamara estaría... tumbada en un sofá. Aunque trabaja mucho, ¿eh? Pero fuera del trabajo estaría tumbada. Es mucho más casera", ha señalado.